
Resumen de la conferencia Repolitización
y encarnación que ofreció Marina Grizinic
en el Koldo Mitxelena Kulturunea el 5 de noviembre de
2003 dentro la jornadas Propuestas artísticas de
hoy, aquí y allá.
Marina Grzinic trabaja en Ljbljana como investigadora
del Instituto de Filosofía del ZRC SAZU (Centro
Científico y de la Investigación de la
Academia Eslovena de la Ciencia y el Arte). Es profesora
en la Academia de Bellas Artes de Viena. Grzinic también
trabaja como freelance como teórica en medios
de comunicación, crítico de arte y conservadora
de museos. Se halla inmersa en la producción
de vídeos artísticos desde el año
1982. En colaboración con Aina Smid llegaron
a producir 40 videofilms, CD-Roms y diversos sitios
de Internet. Grzinic ha publicado 8 libros. Durante
el año académico 1997-1998, obtuvo la
Beca Posdoctoral de Investigación de la Sociedad
Japonesa para el avance científico de Tokio.
Grzinic tomó parte en el “Apex Art Residency
Program” de New York en el 2001.
Marina Grzinic comenzó su conferencia afirmando
que es indudable que la manera de funcionar del arte
y la cultura han cambiado. Por tanto, en su opinión,
ya no podemos pensar en estos ámbitos valiéndonos
de criterios como el de identidad.
Para ilustrar esta tesis Marina Grzinic puso su propio
ejemplo, “yo vengo de Ljubljana, Eslovenia, de
un sitio especifico. Pero yo no nací en Eslovenia,
por tanto mi identidad no es del todo Eslovena”.
En opinión de Marina Grzinic estas son cuestiones
que cambian constantemente, algunos artistas que poseen
una identidad definida deciden emigrar y por tanto su
identidad se trasforma. Hasta ahora se pensaba que los
ciudadanos de una ciudad, los oriundos de ella, eran
quienes tenían criterios para poder interpretar
el arte y la cultura local. Hoy en día estas
cuestiones cambian constantemente según explicó.
Durante su intervención defendió la necesidad
de repensar qué es lo que está pasando
en el arte y la cultura en general. Para ello mostró
5 proyectos que en su opinión arrojan luz sobre
cuestiones como ¿a quién se le permite
hablar en el arte y la cultura? O ¿quiénes
son ciudadanos del mundo y quienes no? ¿ quién
posee una identidad?
El primer proyecto que mostró fue el de Tania
Ostojic, una joven artista que hasta hace poco ha trabajado
en Belgrado y ahora lo hace en Alemania. Marina Grzinic
quiso exponer la obra que Tania Ostijic realizó
para la Bienal de Venecia de 2001 Cuadrado negro sobre
cuadrado blanco. Tania es una artista que trabaja sobre
todo en el campo del performance, y trata de mostrar
como funciona lo que llamamos la institución
arte, según Marina Grzinic. Durante la Bienal
de Venecia de 2001 Tania Ostojic formuló una
petición al comisario de la misma para que le
dejase acompañar en todas las intervenciones
públicas que tuviera que realizar. “Quería
ser su ángel o escolta, funcionar como un bello
cuerpo mudo que se movía junto a él”,
afirmó Marina Grzinic. Pero no sólo quiso
ser “un bello cuerpo mudo”, sino que realizó
la obra Cuadrado blanco sobre cuadrado negro trabajando
sobre la misma idea. Recorto su bello púbico
y lo envió en formato postal a miles de personas.
“Lo que pretendía Tania era poner de manifiesto
la situación que vivían miles de mujeres
que tras la caída del muro de Berlín se
veían obligadas a prostituirse. Mucha gente vio
esta intervención como la manera de Tania de
llamar la atención para adentrarse en la institución
arte, pero en mi opinión ésta es una lectura
excesivamente fácil”, afirmó Marina
Grzinic. Según explicó, Tania quería
poner el acento en la cuestión de si merece la
pena ‘prostituirse’ para conseguir un sitio
en la institución arte y para ello se valió
de su propio cuerpo y de la figura de esas mujeres emigrantes
de Europa del este.
El segundo proyecto fue “ Blood is sweeter than
honey” del colectivo Eclipse un dúo de
Ljbljana, donde se trata la mercantilización
del cuerpo. “Para mí las cuestiones principales
de esta obra son la de ¿quién tiene historia?,
¿quién es poseedor de la historia? y ¿quién
no?”, afirmó Marina Grzinic. Los trabajos
de este dúo tienen siempre relación directa
con la estética del Renacimiento, pero hacen
reinterpretaciones pop o kitsch de la misma. En esta
obra se muestra el cuerpo desnudo de una mujer, pero
diversas partes de su cuerpo están numeradas.
“Hay nombres en el mundo del arte que son dueños
de partes del cuerpo, por eso el cuerpo de la mujer
aparece numerado”, explico Marina Grzinic. Nombres
como Jeff Koons, David Cronemberg, Madonna, Helmut Newton
o Pedro Almodovar son en opinión de Eclipse dueños
de partes específicas del arte.
El tercer proyecto fue “Be my guest” otro
trabajo de Tania Ostojic realizado en 2002. La artista
fue invitada por una galería italiana ha realizar
una obra. Tania pidió que montaran un restaurante-jacuzzi
en la misma galería. En opinión de Marina
Grzinic, “Hoy en día es evidente que los
comisarios tienen tanto poder que son factores cruciales
en la obra. Vender el arte es tan importante que estamos
dispuestos a hacer lo que sea por conseguirlo”.
Tania Ostijic decidió funcionar como una puta-social
en esta obra, quiso criticar al sistema arte y consiguió
hacerlo dentro de la galería. Pretendía
hablar del arte y mostrar su cuerpo como una obra según
explico Marina Grzinic. “ La cuestión principal
que quiso poner sobre la mesa Tania fue la de si realmente
merece la pena vender nuestra alma para entrar en el
sistema.”
También mostró un trabajo de Walid Raad,
un artista libanés que trabaja en EEUU. Su obra
“Las cintas de Bahar” cuestiona los limites
entre la ficción y el documental. Trata de investigar
cómo se relaciona un elemento con el otro y cual
es la influencia que han tenido los mass-media en la
ficcionalización de la realidad. Además
de estas cuestiones la elección del protagonista,
un libanés que ha estado 10 años cautivo
en prisión junto con cinco americanos es, según
Marina Grizinic, una de las pocas oportunidades de oír
hablar a un musulmán en estas circunstancias.
“Esta cuestión pone de manifiesto la dificultad
de una gran parte del mundo de hacerse visible, de contar
su historia. La cuestión de la visibilidad, es
básica en TESTER y me parece que este proyecto
es un buen ejemplo”.
Por último Marina Grzinic, que también
es artista, mostró “La Casa del Este”
un proyecto realizado por ella que intenta mostrar cómo
el primer mundo capitalista ha condenado al ostracismo
a Europa del este y cómo intenta adentrarse en
la globalización.
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